Tabla de contenidos
A la hora de poder evaluar una predicación. Hemos de tener en cuenta los siguientes puntos principales:
Fiel a la palabra
Claridad: todos deben saber qué se está predicando.
Pertinencia: no es sólo lectura, debe ser aplicable a las vidas de las personas.
Es bueno evaluarnos, porque nos ayuda. Aunque se debe tener cuidado de la imprudencia po crítica destructiva.
La predicación expositiva se centra en un texto íblico, lo centra en su contexto lo aplica de manera pertinente al auditorio. Se centra en la estructura, sin que signifique que haya una sola manera de predicar. Además, de tener en cuenta que un mismo texto puede hablar en varios niveles. Se trata de la lucha por empezar en un texto y exponer los hechos, además de aquello que hemos añadido al relazidar dicha lectura.
La predicación expositiva NO ES predicar:
de manera aburrida
de manera pesada
de manera fría
de manera intelectual o académica
de manera teológica
de manera consecutiva
La predicación expositiva SÍ ES:
predicar la biblia, ni más ni menos
centrar la predicación en el texto de la Biblia
dejar que el texto bíblico controle la predicación y no al revés
extraer de la biblia lo que está y no introducir lo que no está
transmitir lo que dice el Señor, no lo que quisiera decir el predicador
tomar en serio el contexto original del texto bíblico
facilitar que se entienda la Palabra de Dios
Explicar y aplicar la Biblia
Basar la aplicación en el significado del texto.
Lo que todo predicador debe preguntarse es:
¿Sobre qué texto de la Biblia debo predicar?
¿Cual era la situación histórica detrás de este texto?
¿Qué quiso decir el Señor a los primeros oyentes de este texto?
¿Cuál es el princpal mensaje del texto?
¿Con qué frase se podría resumir?
¿Qué detalles no son tan importantes?
Hoy en día, la gente busca lo novedoso. Y podemos caer en el error de buscar predicar aquello que nadie antes ha dicho.
¿Cuál es la forma más natural de dividirlo en secciones?
¿Cuál sería la aplicación más natural en este contexto?
¿Qué efecto quisiera que tuviera este texto en todos nosotros?
¿Qué deberíamos sentir ante este texto? ¿Qué cambios debería producir?
Nunca debemos buscar que la gente diga “Qué buen predicador.” Sino que salga diciendo “qué buen Dios tenemos.”